domingo, 2 de junio de 2013

Siempre igual.

Vereis querido bloggeros, hoy me he preguntado el por qué de la existencia de este blog. Supongo que escribo por desahogarme sabiendo que quedo en el anonimato. Hoy, una vez más, me he dado cuenta de que quizá no soy tan buena como la gente piensa. En algún momento u otro he respondido mal a la gente que más quiero. Sí, esa gente que mejor se porta conmigo. No os hacéis la idea de lo mal que me siento después. Ellos no se merecen aguantarme ni recibir esas contestaciones. Y a pesar de todo ahí siguen. Y cuando lo piensas bien, llegas a la conclusión de que ellos no les mereces, no tienen porque estar rodeados de una persona que un día está mejor que nunca y que en un momento estalla al tenerlo todo guardado dentro. Esas persona se merecen mucho más, ya me lo han demostrado. No os preocupéis que llegará el día en el que se cansen de aguantar mis prontos y arrebatos y me digan adiós. De esos adiós que sabes que nunca más los volverás a ver. Pero querida mia, he de decirte que todo eso te lo has ganado tú solita a pulso.

viernes, 31 de mayo de 2013

La peor culpabilidad: Fallar a alguien que lo es todo para ti.

Según pasan los años, me voy dando cuenta de que al final siempre acabo fallando a la gente que me importa. No sé cómo lo hago pero siempre decepciono a esas personas que siempre han estado ahí. No os podéis imaginar cuánto me consume y me auto-destruye. Es tener la sensación de que por mucho de que intentes hacer las cosas bien, al final acabas jodiéndola. Con ello, viene el nivel de culpabilidad en el que te planteas si de verdad esa persona te merece. Y gracias a esas rayadas diarias, viene contigo ese insomnio permanente- noches sin dormir en las que te preguntas qué está mal contigo, qué hacer. Te sientes perdida, sin un rumbo fijo. Vives con el miedo de volver a fallar a esa persona, pero con la diferencia de que esta vez se irá. Mientras tanto, disfrutaré de cada una de las personas que están a mi lado- aunque en un tiempo se vayan.



miércoles, 29 de mayo de 2013

Nos conocimos por alguna extraña razón

A medida que pasa el tiempo, la gente va y viene. Cada una de ellas cuando se va, te deja algo. El problema es que tú en el momento no lo quieres ver, solo te quedas con el dolor que está dentro de ti al ver que esa persona se ha marchado para no volver más. Y aquí entro yo, con mi peculiar manera de ver las cosas de una forma optimista.
Si de algo he aprendido es que cuando las cosas están mal lo peor que puedes hacer es lamentarte por ello. No. Tienes que aprender a vivir con los errores que has cometido, pero sobre todo con lo que has aprendido de ellos. Cuando una persona entra en tu vida, tú te siente diferente. Tienes esa sensación de que tienes que demostrar esa parte de ti, que te tienes que dejar conocer. Por ello, siempre tienes esas ganas de permanecer a su lado para conocerle más. Cuando el tiempo pasa y ya conoces todo de esa persona, te empiezas a cansar y al final te acabas yendo de su lado. Es por esto, que las personas que ya conocen todo de ti y te aceptan tal y como eres, se quedan junto a ti. No importa lo malhumorada que estés, o lo insoportable que a veces te pongas, porque tan solo unos pocos se quedan. Por ello, tienes que aprender a cuidarlos y a dar las gracias por la suerte que tienes de que no se hayan cansado y se hayan ido. Yo afortunadamente tengo la suerte de tener a cuatro personas increíbles a mi lado. Cuatro personas que han estado a mi lado en todo momento, en las buenas y en las malas. A esas personas, les doy las gracias, mis más sinceras gracias. A los demás que han pasado por mi vida y se han acabado yendo, también les doy las gracias. Gracias a ellos me he hecho más fuerte y aprendí de cada uno de ellos.





Amante de los pequeños detalles

Desde que era tan solo una enana, me enseñaron a apreciar las cosas buenas de la vida. A lo largo de todos estos años, me he ido formando como persona, he ido aprendido de mis errores. Y a día de hoy, con mis 16 años de vida puedo decir que soy una persona con bastante suerte. Aprendí a vivir de mis ilusiones, de mis sueños. ¿Y qué queréis que os diga? Yo soy feliz y eso nadie me lo puede quitar. Soy de esas que valora mucho más un pequeño detalle. Creo que esos detalles son los que marcan la diferencia de las personas o de cualquier relación. Sin embargo, se está perdiendo la tradición de sorprender al otro con un simple detalle. Y en realidad, es una pena.¿Pero qué se puede hacer? Por mucho que quiera encontrarle una solución a las cosas, me temo que en esto poco se puede hacer. Depende mucho de la persona y su personalidad. Aunque siempre se puede hacer un esfuerzo por valorar esos pequeños detalles. Pero mientras tanto, yo seré feliz con cada una de esas pequeñas cosas que me sacan una sonrisa en mi rutina.




domingo, 17 de febrero de 2013

El te quiero se te queda corto.

Desde hace ya un par de semanas, encontré a alguien al que ya conocía. Sí, se que sueña extraño. Pero, ¿nunca os ha pasado conocer a alguien y que de repente un día te des cuenta de que es la persona con la que quieres estar? Eso mismo me pasó a mi. Le conocía pero nunca habíamos hablado tanto y así de la nada se fue convirtiendo en mi día a día, en mi rutina. Cuando menos lo esperaba, entró en mi vida y me temo que es para quedarse mucho mucho tiempo. Convirtió mis noches aburridas y monótonas en noches llenas de magia y aventuras. Noches de silencios y miradas. Noches llenas de sueños.
Según iban pasando los días más me gustaba. Y ahora hemos llegado al punto en el que no me imagino mi noche, mi día sin él. Hemos llegado al punto en el que tengo miedo a perderle. Sí, a perderle. Es raro porque desde hace tiempo ya, asumí que las personas van y vienen y que por eso hay que disfrutar y aprender de cada una de ellas durante el tiempo que estén a tu lado. No tenía miedo a que alguna de esas personas se fueran de un día para otro. Sin embargo, con él es todo diferente.Y ahora podría decir que tengo mucho miedo. Miedo de levantarme y ver que ya no está a mi lado. Yo que sé, llamadme loca. Loca por pillarme de un chico que vive a 500 y pico kilómetros de mi. Mis amigos me dicen que es una locura, que eso no va a ningún lado. ¿Qué sabrán ellos? Tengo la certeza de que no será fácil, lo sé, pero el amor puede con cualquier cosa. Si nosotros nos queremos, ¿qué importará el resto? Así que sí, yo voy a luchar porque esto salga bien. ¿Sabéis por qué? Porque desde hace tiempo no me sentía tan cómoda con una persona, no era yo misma, sin embargo con él puedo ser yo con mis más y mis menos. Puede que ahora mismo, él sea una de las pocas personas que pueden sacarme una sonrisa por muy mal que esté. Además tengo la suficiente confianza como para decirle las cosas tal y cómo las pienso, de decirle que le quiero y que sin él no puedo estar.
Antes no sabía lo que quería, ni a qué dirección me dirigía. No sabía lo que quería a mi lado, ni con quién quería compartir mis sueños, mis aventuras, mis días. Pero ahora, al entrar él en mi vida me he dado cuenta que con quién quiero compartir todo esto es con él.



Volemos juntos.

Un nuevo comienzo.

Supongo que tengo esa manía de empezar siempre algo y después dejarlo. Lo mismo me pasa con los blogs. Cada vez que empiezo uno, lo acabo dejando. No sé, supongo que será por el mero hecho que cada una de las palabras que escribo hace referencia a momentos y experiencias que he vivido.
Cuando decides que quieres romper con cada uno de esos recuerdos, la forma más fácil es borrar todo lo que te recuerde a ello. Y con ello, cada una de las entradas que publicaste.
No sé cuánto durará este blog, pero hace tiempo necesitaba desahogarme en algún sitio y que mejor que con mis propias palabras. No pretendo conseguir muchos seguidores ni que la gente me lea, lo único que necesito desde hace ya tiempo es tener un sitio al que recurrir cuando estoy mal.