viernes, 31 de julio de 2015

Puto miedo

Siempre creí ser aquella chica fuerte que puede con todo, y sin embargo aquí me ves una patética mañana de julio con un dolor insoportable escribiendo esto. Ya no se que me duele más, si tu huida o si los puntos que me impiden sonreír.

Me siento en un laberinto sin salida, un laberinto en el que intento encontrar una salida, pero lo único que hago es dar vueltas sobre el mismo camino. Quizá tengo tanto miedo que mis únicas opciones son las más erróneas.

Sólo quiero sentirme segura por una vez en mi vida, sentirme segura en tus brazos sabiendo que no te irás. 

Esta entrada será corta, supongo que por que ya no encuentro más fuerzas para seguir.

jueves, 30 de julio de 2015

Mi más amarga despedida

Ya sabes dónde encontrarme dices. Qué irónico porque se que cuando te encuentre no serás aquel chico con el que compartí las terrazas más bonitas de Madrid, con el que compartí una playa solo para nosotros en medio de la ciudad.

Todos son palabras, decimos. A mi ya no me queda nada más para enseñarte. Ya me desnudé ante ti siendo un completo extraño. Y te juro que no me arrepiento de nada, no me arrepiento de nada de lo que tú y yo hemos vivido.

Supongo que esté es mi último adiós. Se me parte el alma el saber que no puedo contar contigo, ni puedo llamarte un día cualquiera para contarte miles de hazañas que descubrí. Y sobre todo sé que tal y como están las cosas, nunca llegaremos a (ll)amarnos.

Ya sabes que no se me da bien escribir y que todo lo que pongo por aquí es para dejar lo que tengo dentro en un lienzo en blanco.

Es hora de irme y con mi más amarga despedida decirte que te quiero.

Te echaré mucho de menos y ojalá me pidas que me quede en tu vida.

jueves, 9 de julio de 2015

Podría

Y es que joder, no sé lo que me pasa que cuando te vas te echo cada vez más de menos. Esta noche no estás a mi lado y es como si te hubieras ido unos días.

Quiero y no puedo. Qué te voy a decir si no me entiendo ni yo.

Pero algo sí que te podría decir.
Te podría decir que me hace bien hablar contigo como rutina.
Te podría decir que soy feliz cuando me cojes de la mano.
Te podría decir cómo saco la niña que hay en mi cuando hacemos locuras y fingimos que somos una pareja hospedada en un hotel.
Te podría decir que me encanta conocer quién realmente eres, con tus más y con tus menos.
Te podría decir que me siento única a tu lado.

Te podría decir tantísimas cosas que al final opto por no decirte ninguna.

miércoles, 8 de julio de 2015

Elige tú el té que quiero tomar hoy

Algún día me gustaría llegar a comprender lo que realmente siento. De verdad. Sigo esperando a que llegue ese momento.

Podría definirme como una persona bastante indecisa, hasta el punto en el que le pido al camarero que elija el sabor del té helado por mi. Y si ya me cuesta decidir en lo que quiero tomar, no te puedes imaginar lo difícil que es para mi tomar decisiones en cuanto a mi vida sentimental.

Hasta hace unos días no sentía absolutamente nada. Me había puesto esa coraza en la que ningún otro chico volvería a hacerme daño y yo que sé hace minutos todo ha cambiado. Es posible que antes tenga que aclarar mis sentimientos pero si algo tengo claro es que no quiero que dejes de luchar por mi. No quiero. Porque me haces bien, me haces sentir única y me haces pensar que soy yo la chica que se merece tus versos y rimas. No sabes lo feliz que me hace eso. 

Puede que tú pienses que no eres un luchador pero es que tú no ves lo que yo veo cada día que te voy conociendo. Un luchador innato. A pesar de todo, estás aquí y cuando mires atrás verás cada uno de los logros que has alcanzado. Crees que no eres capaz de sacarlo todo y yo sé que puedes conseguir todo lo que te propongas- incluso el estar conmigo. Aunque, no te voy a mentir tu rendición por un posible nosotros ha sido tan sencilla que me hace dudar de ti, de mi, y de un posible nosotros.

No sé lo que será de mí de aquí a unas semanas, ni tampoco sé lo que será de ti, pero joder el pensar que te vas me duele- quizá por todas las despedidas de estos últimos meses.

Si decides irte, ve poco a poco sin que duela, pero seguirás teniendo una invitación para quedarte y luchar por ti y por mi.