domingo, 21 de junio de 2015

Carta a un corazón muerto de esperanza

Querida:

Te escribo esto porque hoy me ha matado verte llorar una vez más. No podía aguantar la idea de que alguien con un corazón tan grande se sintiera de tal manera. No estás sola.

Me duele pensar que crees que eres un bicho raro y que por ello nadie te quiere llegar a conocer realmente. Te equivocas. Lo diferente no tenemos que apartarlo. Vivimos en un mundo de monotonía, en donde cualquier persona aunque sea diferente de la otra, tiene algún tipo de similitud. Sin embargo, tú amiga, eres única. Especial. Tienes claro tus valores y actúas conforme a ellos. No te dejas llevar por las grandes masas ni por las modas- muchos querrían ser como tú.

Por favor, nunca te rindas. Sé que la situación está difícil y que simplemente nos encontramos muchas veces perdidos sin nadie a quien acudir, pero tú eres fuerte. Sí, tú, aunque ya hayas perdido la fe en todo ello. Has pasado por muchas experiencias que poco a poco han ido construyendo a esta personita que tiene un corazón que no le cabe en el pecho.
A lo largo de mis 18 años de vida he conocido a mucha gente pasajera que me ha ido dejando recuerdos y experiencias, pero que ya no están. Sin embargo, tú, ahí sigues. Aún no he tenido el placer de conocer a alguien con tan buena intención y con tanto potencial.

Algo de lo que tienes que aprender es que la gente te fallará una y otra vez pero eso es lo que te tiene que hacer salir adelante, al menos tú sabrás que has dado todo de ti.

Confía en mi. Todo irá a mejor y llegará ese momento en el que encuentres tu lugar y alguien que te quiera de verdad por ello.

Al fin y al cabo, tú y yo no somos tan diferentes. Aunque recuerda, lo último que puedes perder es la esperanza, es lo único que nos hace mantenernos vivos.

Que ni el sistema, ni nadie te puede quitar esa sonrisa.

Siempre contigo,

M.

viernes, 19 de junio de 2015

Te mentiría

Te mentiría si te dijese que no echo de menos tus buenos días y tus buenas noches, supongo que, de alguna manera me hace creer que piensas en mi.

Te mentiría si te dijese que no echo de menos que un día cualquiera me sorprendas con el más mínimo detalle.

Te mentiría si te dijese que no echo de menos ser la única en tu vida. Ser la única a la que realmente hacer feliz.

Te mentiría si te dijese que no echo de menos tu boca, tu tacto o tu risa.

Te mentiría si te negase muchas de las cosas que siento pero nunca tendré el valor, o al menos eso creo, de decirte la mayor de todas las verdades.

Que te quiero.

Y que por mucho que me joda no tenerte ni poder olvidarte.

Sigo queriéndote.

lunes, 15 de junio de 2015

le mur.

No me arrepiento de ninguna de las decisiones que he tomado. Aunque bueno, quizá sí. Quizá me arrepiento no haberte dicho antes lo mucho que me importabas y por ello asumir día a día este vacío que me dejaste al irte.

Por meses no me he reconocido. He ido buscando entre miles de piedras buscando una que se pareciese a aquella que me diste en una noche lluviosa. Y lo siento. Lo siento muchísimo. Lo siento porque te tengo que dejar ir. En una de estas noches frías de verano he llegado a darme cuenta que no por poner una gran pared de gran grosor y de una altura inmensa, soy más fuerte. No.

Voy a derribar cualquier muro que me impida ser feliz. Qué locura me dicen, todo ser humano necesitamos tener una pequeña coraza que nos proteja de los desengaños. Lo que aún nadie sabes es que yo ya me he cansado. Me he cansado de ir de un lado para otro. Me he quedado agotada de tanto empujar hacia otra dirección cualquier oportunidad de ser feliz simplemente por el miedo. Ay, el miedo cuánto daño nos hace sin nosotros darnos cuenta.

Puede que me hagan daño y qué, yo habré conseguido lo que muchos otros no pueden lograr:
disfrutar del momento, del futuro ya se verá.